ECONOMÍA Y EMPRESAS
Su evolución va en línea con la desaceleración de la economía y el deterioro del mercado de trabajo
El poder de compra de los trabajadores uruguayos estancó su crecimiento durante el último año. Si bien logró mantener el nivel récord desde 1975, se trata del menor crecimiento anual de los últimos 15 años, en línea con la desaceleración de la economía y el deterioro del mercado laboral. Según los datos divulgados el jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la capacidad de compra de los salarios aumentó apenas 0,2% durante 2018.
Eso implicó una fuerte desaceleración respecto al incremento de 1,3% del año anterior, y se trata del menor aumento desde la caída de la capacidad de compra en 2003, a la salida de la crisis.De todas maneras, el poder de compra alcanzó un nuevo punto máximo para diciembre desde el año 1975, aunque no fue significativamente diferente al cierre de 2017.Durante buena parte del año pasado –de julio a noviembre– la capacidad de compra de los salarios se encontraba por debajo de igual período de 2017.
Esto se debió a una conjunción de motivos. Por un lado, el salario nominal de los uruguayos subió a un ritmo menor que el año pasado, en parte porque así lo disponían los ajustes acordados en la última ronda de Consejos de Salarios y en parte también, porque las condiciones del mercado laboral –con una creciente desocupación y un menor número de puestos de trabajo– impulsaban una moderación salarial en algunos sectores principalmente a la hora de renovar vacantes.
Al mismo tiempo, los precios al consumo aceleraron su ritmo de aumento en el último año y eso afectó directamente la capacidad de los salarios para adquirir bienes y servicios en la economía local. Otro elemento que influyó sobre el indicador en la segunda mitad del año fue el atraso en el cierre de negociaciones de Consejos de Salarios que impactaron recién en el indicador de diciembre.
Durante 2017, el salario medio de los trabajadores uruguayos aumentó 8%, pero a lo largo de 2018 el ritmo del aumento se fue desacelerando hasta que en agosto llegó a 6,8% interanual. En la segunda mitad del año tuvo un lento pero sostenido proceso de recuperación hasta terminar el año con una suba de 8,2% punta a punta.
La desaceleración del salario real se dio en definitiva por el mayor aumento de los precios al consumo. La inflación anual en 2018 fue de 8% mientras que el año anterior había sido de 6,6%.
La diferencia entre públicos y privados en el aumento no fue significativa este año. Los salarios del sector privado subieron 8,24% en promedio durante 2018 mientras que el aumento en el caso de los públicos fue de 8,16%.
Fuente: elobservador